Ir al contenido principal

Ginos


Pensaba en lo que haría cuando te viera después de varios meses. ¿De qué se supone que íbamos a hablar? ¿De todo lo que había pensado mientras tú no estabas? o simplemente estaríamos callados incómodamente en el sofá de tu sala, esperando a la hora de la comida para tener aunque sea algo que hacer. Sería muy extraño volver a verte. De igual forma sabía que ya no estaría interesada en ti, después de todo, ya había tratado de superar o por lo menos olvidar lo que había pasado, incluso ya estaba tratando de salir con alguien más. Era totalmente imposible que todavía sintiera algo por ti.

Pero debía admitir, que además de todo eso, seguía sintiendo emoción al pensar que podría estar contigo, aunque fuera unos momentos más, después de todo, había estado tanto tiempo resignada a ya no volver a verte o hablar, que me era hasta cierto punto lindo el pensar que realmente pensaste en mi durante estos días difíciles, no sé si fue en la misma intensidad con la que yo me acordaba de ti, pero aunque sea tenías la iniciativa de mandarme un mensaje de vez en cuando.

Pero al pensar en que solamente serían simples mensajes, que en realidad estarías tal vez disfrutando tu estancia con alguien más, con la cual ya estabas comprometido ¿y me seguías buscando después de haberme hecho sentir tan mal?, era como si solo lo tomaras a juego, lo cual me hizo enojar demasiado.  

No tenía planeado seguir hablándote, además de que creía que solo me hablabas en cierta parte porque te mando a la fregada aquella por la cual nos habíamos dejado de hablar, aunque igual ya no me importaba, era más mi curiosidad en saber realmente ¿Qué había sido de ti, qué habías hecho en estos días, seguías estudiando, tenías todavía aquel trabajo feo del que tanto te quejabas, ya estaría mejor tu abuela, tu papá y tu mamá cómo estarían, tus sobrinos ya hablarían y caminarían mejor que la última vez que los miré, habías tomado más fotos, tal vez habrías diseñado algo nuevo?

Si recuerdo cuando te miré de espaldas caminando a tu casa, pensé: mejor no, mejor me regreso, todavía estoy a tiempo, así ya no tengo que batallar con nada de esto y no tengo que dar explicaciones de nada… Y justo cuando estaba pensando todo eso, justo en esos momentos, creo me pasó algo similar a cuando llegaste a preferir no seguir hablándome después de la sesión de fotos porque decías sentir cierta atracción hacía mí: “Me vale, quiero seguir hablándole”

Y no. Totalmente lo contrario a lo que había pensado, incluso hasta tu mamá me había extrañado, comentando lo mucho que había adelgazado y lo diferente que me miraba, preguntando por qué la había eliminado de mis amigos en Facebook y por qué no había ido a saludarlos aunque sea una vez en tanto tiempo. Me dio vergüenza el pensar en que tal vez si había exagerado en todo lo que había tratado de hacer para ya no pensar en ti: borrar a casi toda tu familia para según yo ya no saber absolutamente nada de ti.

Pero estuvo bien, al final me ayudo a darme cuenta que realmente era apreciada en tu casa.

No recuerdo realmente cómo fue, pero al entrar a tu cuarto y ver las mismas paredes verde limón, el baño sin puerta, la loseta de la que siempre te quejabas de estar “sucia” cuando en realidad solo estaba manchada, tu cama alta con hasta seis cobijas y sabe Dios cuantas almohadas. ¡Tus almohadas!, la típica almohada larga color rojo obscuro y la otra redonda con una carilla dibujada color verde… Sí, me dio mucho sentimiento estar de regreso y ver que en realidad no había habido muchos cambios, tal vez solamente la televisión enorme que ya tenías frente a tu cama y no la pequeña de cajón, también el ver que en la regadera ya tenías una cortina diferente. Pero de ahí en fuera todo seguía igual. Incluso la forma en la cual nos acostábamos: yo pegada hacia la pared y tú volteando hacia el único lado que sabía no te era tan incómodo dormir, puesto que siempre habías tenido “algo” en tu cuello que no te lo permitía.

Habíamos puesto la serie que yo te había recomendado vieras conmigo, pero los dos ya sabíamos que solo era un pretexto para tener algo de ruido y poder platicar tranquilos. Me pareció muy gracioso que pensáramos lo mismo al respecto, creyendo que al tener algo extra por hacer mientras platicábamos sería más fácil el decir realmente lo que sentíamos.

Primero nos dimos la mano, eran enteramente igual a como siempre las había tocado: un tanto más grandes que las mías y blancas, blancas, blancas, tanto que hasta podía ver el trayecto de tus venas entre tus dedos. Tal vez estarían a una temperatura ambiente, sin estar muy frías o muy calientes. Siempre limpias y con las uñas bien cortadas. De hecho encontré nuevos lunares en tus palmas y en tus dedos, igual y era posible que no los hubiese visto antes con mayor detalle.  

Después de darle vueltas al asunto y empezar a hablar realmente por lo que había ido hasta tu casa, rodeaste con tu brazo mi cuerpo y a diferencia de rechazar tu abrazo o sentirme incomoda, te abrace con mayor fuerza, pensando en que si era realmente correcto lo que estaba pasando, pero al mismo tiempo en que te había extrañado tanto…  Que me habías hecho falta, y no era exactamente por atracción física, sino que realmente había extrañado platicar contigo, saber cómo te iba en tus cosas y yo contarte de las mías. Saber que te emocionabas de igual manera por los mismos temas raros y que sabía no podía hablar con nadie más que contigo, caminar, ir al parque, salir al cine aunque fueran churradas, pero tan siquiera a comer palomitas.

Y no me importó nada. No me importó si estaba mal o si al final volvería a sentir lo mismo de hacía seis meses atrás, porque aunque sea por unos breves momentos olvidé todas las cosas malas por las cuales había pasado y que tanto había estado recordando y guardando rencor. Se me olvido por completo la idea de solo ir, hablar contigo y ya no volver a hablarte. Tal vez no fue mucho, pero tan siquiera esos pocos minutos había sentido que realmente podía estar contigo, aunque sea solo como tu amiga, de igual forma solo quería estar bien contigo.

De hecho siempre que había una situación difícil y complicada, me era mejor retirarme y no dar muchas explicaciones al respecto, pero no sé por qué, me costaba tanto trabajo hacerlo contigo. Simplemente no había podido, al menos no en TODO ese tiempo que había pasado.

Me sentía tan bien contigo, recordando que tu olor no era exactamente la de un perfume en sí, sino un olor muy agradable que era meramente tuyo. Sentir tu tórax y escuchar el latir de tu corazón y tu respiración lenta y pausada que siempre has tenido. Sentir tus piernas entre mis piernas y simplemente tratar de no llorar al darme tanto sentimiento y pensar en todas las cosas por las cuales ya había pasado.

Hoy que volví a escuchar la canción, recordé con mucho detalle aquella ocasión en la cual, más que tristeza o alegría, era miedo a pensar en que tal vez saliendo de tu casa no te volvería a ver y que solo había sido una pequeña escapada para estar por última vez con mi mejor amigo, al que tanto había querido y extrañado.



Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Total y rotundamente enamorada de ti.

Nos complementamos mi amor.  Somos uno solo.  Soy tuya y tu eres enteramente mío.  El orden de los factores no alterará el producto, esto ya me quedó totalmente claro.  Viviremos lo que tenga que pasar, sea bueno, malo, difícil, motivante... Pasa el tiempo y lo único que debemos hacer es maravillarnos de lo bien que la hemos pasado.  Te amo Javier. 

No pues si...

-Yo quiero hacer mi internado en el Hospital General, un lugar donde me negreen y me traten como basura- -¿Enserio?, ¿Y para qué quieres eso?- -Porque no quiero olvidar lo que estudio durante la carrera- -Pues yo no soy de esa idea. Yo cuando hice mi internado nunca hice ni una sola guardia, tenia mis fines de semana libres, trabajaba de lunes a viernes todo el día y tenía mucho tiempo para estudiar- -¡¡¿NUNCA HIZO GUARDIA?!!?- -No, todo mi internado me la pasé bien agusto. Ya para cuando entras a la residencia pues ahí si está difícil, porque tienes que aprender todo, literalmente TODO- -Que bien... pero ¿Dónde hizo su internado?- -En España- ... -Orale... -