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Hoy que platicaba contigo, me di cuenta de que en realidad me he estado quejando de estupideces, diciendo que tengo tiempo de más y que me aburro de no tener nada que hacer. Si realmente aprovechara el tiempo, tal vez me levantaría temprano para ir al gimnasio, para leer antes de cada clase, para estudiar para el próximo examen, para aprender algún idioma, para leer más libros (ademas de medicina), para hacer mi carpeta de medicina forense, etc., etc., etc.

Debería hacerme un calendario... Tal vez debería hacerme el proposito de aprovechar realmente cada rato libre para sentarme y reflexionar qué puedo hacer durante ese tiempo.

Al parecer en mi casa no puedo estar, sería un tanto difícil concentrarme aquí, pero igual puedo comprar un café de 20 pesos y quedarme en un solo lugar para terminar de leer todos aquellos libros que he dejado inconclusos; tal vez empezar a escribir el libro que le prometí al Profesor Cornelio (Que bonito nombre).

Debería dejar de quejarme.

¡Quiero aprender 8 idiomas!
Quiero que venga ese hindú del que hablabamos y me diga como administrar mi tiempo



¿No ves, no ves? ¡Ya son más de las tres!
¡Me voy me voy! ¡Qué tal! ¡Adios!
¡Me voy, me voy, me voy! 

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