Finalmente no hay retroceso.
No existe un borrador mágico para eliminar los errores cometidos.
Vivo tranquila y posiblemente de una manera despechada y atrabancada, pero vivo.
No me interesa la vida social. Comparto plenamente mis ideologías con quien considero es digno de escuchar mis ideas.
Yo creo que la razón por la cual no le caigo muy bien a la gente es porque verdaderamente he apredido a no limitarme en decir la verdad, cruel y cruda.
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